Los agapornis, también conocidos como los pájaros del amor, son pequeñas aves exóticas que se han ganado un lugar especial en los corazones de los amantes de las mascotas. Su nombre proviene de los términos griegos, «agape» que significa amor, y «ornis» que significa pájaro, reflejando su reputación como aves monógamas que forman vínculos fuertes y duraderos con sus parejas. Estos coloridos y activos compañeros emplumados son una delicia tanto para los observadores de aves como para quienes los tienen como mascotas.

En este artículo, vamos a descubrir varias de las curiosidades sobre los agapornis más significativas y características. Hay mucho más que sus brillantes plumajes y su comportamiento juguetón, con capacidades únicas, habilidades sociales, etc. Desde su origen en África, hasta su papel en la vida de sus dueños, los agapornis son criaturas sorprendentes que, a lo largo de los años, han encontrado un lugar especial en el mundo de las mascotas.

Su nombre

Tal y como hemos comentado en la introducción, el género Agapornis fue descubierto en el continente de África hace unos 200 años. Su nombre mezcla dos términos utilizados en el griego antiguo, con la unión del concepto agape, que significa amor, y, ornis, que se traduce como ave. Por esto mismo, los agapornis son llamados de forma común las aves del amor, así como otras variaciones derivadas como periquitos de amor o inseparables.

Gran variedad de especies

A pesar de que pudiera parecer que el agapornis en si es una especie concreta, la familia de los agapornis alberga una amplia variedad de especies, cada una con sus propias características únicas. Algunas de las especies más conocidas incluyen:

  • Agapornis Roseicollis: También llamado agapornis de Namibia o agapornis de cara rosa, es famoso por su rostro de color rosa y su cuerpo verde.
  • Agapornis Fischer: Estos agapornis de Fischer se caracterizan por tener colores vibrantes y un degradado de tonalidades muy llamativo desde el cuello.
  • Agapornis Personatus: Conocidos como agapornis personata o agapornis enmascarados, tienen una especie de máscara negra distintiva en sus caras.
  • Agapornis Lilianae: También llamados agapornis de Nyasa, son algo más pequeños que otras especies y tienen distintivas manchas rojizas/anaranjadas en la cabeza.
  • Agapornis Nigrigenis: Los agapornis negros se caracterizan por su color verde oscuro en el plumaje, y, su pigmentación negra en la zona de la cabeza.
  • Agapornis Canus: El agapornis malgache tiene un característico plumaje blanco en la zona superior del cuerpo, y, es posiblemente una de las pocas especies con cierto dimorfismo sexual entre los machos y las hembras.

Cada especie de agapornis tiene sus propias peculiaridades en cuanto a colores, tamaño y comportamiento, lo que los convierte en compañeros fascinantes y únicos para aquellos que los cuidan y aprecian.

Dimorfismo sexual en los agapornis

El dimorfismo sexual en los agapornis es relativamente sutil, lo que significa que las diferencias físicas entre machos y hembras no son tan evidentes como en otras especies de aves, siendo necesario en muchos casos recurrir a un análisis de ADN para determinar su sexo. En la mayoría de las especies de agapornis, el dimorfismo sexual se manifiesta únicamente en el comportamiento

 Por lo general, el macho se vuelve más activo, cantando más y mostrando un interés particular en cortejar a la hembra. Además, es posible que la hembra exhiba un comportamiento de anidación, como inspeccionar cavidades en busca de un lugar adecuado para poner huevos. No obstante, algunas especies concretas como el Agapornis canus, sí que presentan ciertas diferencias en la forma del pico, el tamaño del cuerpo y la tonalidad del plumaje.

Monogamia

Como podría suponerse, dado su característico nombre, los agapornis son las aves monógamas por excelencia. Esta monogamia se manifiesta en la formación de parejas fuertes y duraderas, donde un macho y una hembra se emparejan, manteniendo una relación de por vida en condiciones ideales. Estas parejas monógamas a menudo se involucran en comportamientos de acicalamiento, alimentación y construcción de nidos juntos. Sin embargo, en la naturaleza pueden ocurrir rupturas de pareja debido a diversos factores como la muerte de un compañero o la falta de éxito reproductivo.

Comportamientos juguetones

Los agapornis son aves conocidas por su naturaleza activa y juguetona. Estas pequeñas aves disfrutan explorando su entorno, interactuando con juguetes y participando en actividades que estimulan su mente y cuerpo. Por consiguiente, las personas que tienen agapornis como mascota suelen brindarles una variedad de juguetes amplia, para tener felices y saludables a estas aves, ya que, el aburrimiento puede llevar a problemas en su comportamiento. En ese sentido, su carácter mimoso permite a los agapornis crear un vínculo fuerte con sus dueños, desarrollando una amistad que les da la posibilidad de ser soltados de su jaula sin que huyan volando.

Garras de los agapornis

Los agapornis, como algunas familias de aves, son digodáctilos, lo que significa que tienen dos dedos apuntando hacia adelante y dos hacia atrás en sus patas. Esta característica anatómica es esencial para su forma de vida en los árboles. Los dedos frontales permiten a los agapornis agarrarse firmemente a las ramas de los árboles, y, los dedos posteriores ofrecen estabilidad y equilibrio, especialmente al volar o desplazarse por las ramas de los árboles. El diseño digodáctilo de las patas de los agapornis es una adaptación evolutiva que les permite sobrevivir en su hábitat natural y se ha convertido en una característica esencial para su bienestar en cautiverio, donde pasan la mayoría de su tiempo en jaulas.