En los últimos años, el divorcio en España ha aumentado significativamente, convirtiéndose en una opción común para muchas parejas que enfrentan dificultades insuperables en su relación. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023 se registraron 76.685 divorcios en el país, lo que refleja una tendencia en la disolución de matrimonios, a pesar del descenso de un 5,7% con respecto al año anterior. No obstante, antes de llegar a este punto, muchas parejas pasan por una fase en la que los problemas parecen insalvables, pero ¿Cómo saber si el divorcio es la mejor opción?
En este sentido, es importante reconocer que todos los matrimonios pasan por momentos difíciles, pero hay ciertas señales de alerta que pueden indicar que los problemas han superado el umbral de lo manejable. Algunas de estas señales incluyen la falta de comunicación, el distanciamiento emocional, la presencia de constantes discusiones o la pérdida de interés por la relación. En la actualidad, aunque el divorcio parezca una salida lejana, no debe temerse, pero, es recomendable explorar otras opciones antes de tomar una decisión definitiva, y, en el momento de tomarla, contar con profesionales capacitados para el proceso.
En este artículo, exploraremos algunas de las señales más comunes de que un matrimonio podría estar en problemas, además de evaluar si el divorcio es soe,`re la mejor solución o si la relación puede salvarse mediante otros métodos, como la terapia de pareja.
Falta de comunicación: La raíz de muchos problemas
Una de las principales señales de que un matrimonio está en problemas es la falta de comunicación. La incapacidad para expresar pensamientos, sentimientos o inquietudes puede llevar al deterioro de la relación. Cuando las conversaciones entre la pareja se vuelven tensas, evasivas o simplemente inexistentes, la distancia emocional comienza a crecer. Según psicólogos especializados en terapia de pareja, este es uno de los primeros síntomas de que la relación necesita atención urgente.
La comunicación no solo implica hablar, sino también escuchar activamente. En muchos casos, las parejas tienden a discutir sin realmente escuchar lo que el otro está intentando transmitir. Esto crea una barrera que impide la resolución de conflictos y fomenta el resentimiento. Por ello, muchas parejas optan por acudir a terapia para trabajar en estos problemas, siendo la comunicación uno de los aspectos más abordados en las sesiones de asesoramiento matrimonial. Sin embargo, cuando el problema de la comunicación persiste a lo largo del tiempo, y ninguna de las partes está dispuesta a cambiar o mejorar, el divorcio puede comenzar a parecer una solución inevitable.
Distanciamiento emocional: Un silencio que grita problemas
Otra señal alarmante en los matrimonios en crisis es el distanciamiento emocional. Muchas parejas se enfrentan a este problema, donde, a pesar de vivir bajo el mismo techo, comienzan a actuar como dos personas completamente desconectadas. Las demostraciones de afecto desaparecen, las conversaciones importantes se evitan y la pareja se siente más como compañeros de piso que como cónyuges.
Cabe mencionar que este distanciamiento no ocurre de la noche a la mañana, y, generalmente, es el resultado de años de resentimiento no resuelto, expectativas no cumplidas o heridas emocionales que no han sanado. En muchos casos, uno o ambos miembros de la pareja pueden sentir una profunda soledad, a pesar de estar físicamente juntos. Esta desconexión emocional es particularmente difícil de reparar, ya que requiere voluntad y esfuerzo por ambas partes. A nivel social, este distanciamiento es a menudo invisibilizado, ya que las parejas continúan con sus vidas públicas como si todo estuviera bien. En España, la presión social para mantener una «apariencia» feliz en el matrimonio puede ser un factor que prolongue esta situación. Sin embargo, si este distanciamiento emocional no se aborda, puede ser una de las razones por las que las parejas optan por el divorcio, ya que la relación deja de ofrecer el apoyo y el afecto necesarios.
El divorcio como solución: ¿Es la mejor opción?
Llegados a este punto, muchas parejas se preguntan si el divorcio es la mejor opción. La respuesta depende de varios factores, incluyendo la capacidad de ambas partes para trabajar en los problemas de la relación, su disposición a cambiar y la profundidad del daño emocional. En algunos casos, el divorcio puede ser la mejor solución para garantizar la salud mental y emocional de ambos miembros de la pareja, especialmente si han intentado otras soluciones sin éxito.
No obstante, es importante considerar opciones antes de tomar una decisión definitiva. En España, la terapia de pareja se ha convertido en una herramienta cada vez más utilizada para intentar salvar los matrimonios en crisis. Muchas parejas logran resolver sus problemas a través de sesiones de mediación y asesoramiento. A menudo, los problemas que parecen insalvables pueden ser gestionados con las herramientas y técnicas adecuadas.
Sin embargo, si tras intentarlo todo la relación sigue deteriorándose, el divorcio puede ser la opción más saludable para ambas partes. España ofrece diferentes vías para el divorcio, incluido el divorcio de mutuo acuerdo y el divorcio contencioso, dependiendo de la situación de cada pareja. Lo importante es que, si se opta por el divorcio, sea una decisión tomada con madurez y con el bienestar de ambas partes, así como de los hijos si los hubiera.