Limp Bizkit es una banda que surgió a mediados de los años 90 como una de las más representativas del estilo nu-metal, un género que combinaba rap, rock y elementos electrónicos, sumada a una actitud provocadora que resonó entre los jóvenes de la época. Originarios de Jacksonville, Florida, el grupo fue fundado en 1994 por Fred Durst, un polémico, pero de alguna manera, carismático vocalista que se convertiría en la cara visible del proyecto, junto al virtuoso guitarrista Wes Borland, cuyo estilo excéntrico y uso de disfraces en el escenario le otorgaron un sello distintivo.

Su ascenso al estrellato se consolidó con su segundo álbum “Significant Other” (1999), y el icónico “Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water” (2000), que no solo arrasaron en las listas de ventas, sino que también definieron la banda sonora de una generación con éxitos como «Nookie», «Break Stuff» y «Rollin’». Su estilo irreverente, letras cargadas de energía y actitud hicieron que fueran amados y odiados a partes iguales, convirtiéndose en un fenómeno cultural que trascendió la música, pues la influencia también abarcó la estética y la actitud del final de los 90s y el inicio del nuevo milenio.

La historia de Limp Bizkit, a pesar de estar llena de éxitos y récords de venta importantes, también incluye episodios de controversias y momentos que han alimentado su reputación de banda problemática. Fred Durst, con su personalidad provocadora, se vio envuelto en múltiples disputas con otros artistas, incluidas algunas peleas con Eminem y Trent Reznor, además de ser señalado como uno de los factores del caos desatado en el festival Woodstock ‘99, donde la intensidad de su show coincidió con disturbios y vandalismo por parte del público.

El grupo también ha experimentado cambios en su alineación, períodos de inactividad y un amor-odio por parte de la crítica especializada, que en algunos momentos los ha calificado de simples oportunistas del género. A pesar de todo, su influencia en la cultura popular no se puede negar, ya sea como íconos de la nostalgia del Y2K, inspiración para nuevas bandas o incluso como un fenómeno de culto que ha sobrevivido al tiempo y los cambios en la industria musical. A continuación, te compartimos algunas curiosidades que probablemente no sabías sobre Limp Bizkit.

El significado del nombre

El vocalista de Limp Bizkit, Fred Durst, eligió el nombre de la banda con la intención de crear una especie de juego de palabras que fuera curioso, pegajoso y fácil de recordar. Aunque no tiene un significado específico, el nombre se convirtió rápidamente en sinónimo de una sonoridad única y una actitud rebelde que definieron al grupo. Con la gran carrera del grupo, el nombre dejó de ser solo un término sin significado y pasó a representar una marca vinculada a la música nu-metal.

Su guerra contra las princesas del pop

En el apogeo de su carrera, Limp Bizkit destacó no solo por su música, sino también por sus constantes controversias con artistas de pop de la época, generando tensiones entre los fans. Uno de los conflictos más sonados fue con Britney Spears, a raíz de rumores sobre una relación entre Fred Durst y la cantante, que ambos negaron en su momento. Además, Durst protagonizó desencuentros públicos con Christina Aguilera, a quien criticó durante entrevistas, mientras que Aguilera respondió en sus presentaciones, alimentando la polémica.

La palabrota más utilizada en sus letras

La agrupación Limp Bizkit es conocida por sus letras provocadoras y cargadas de energía, pero la canción “Hot Dog”, del álbum “Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water” (2000), lleva esta característica al extremo. En este tema, la palabra “fuck” se repite nada menos que 46 veces, marcando un récord dentro de su discografía por la mayor cantidad de palabrotas en una sola canción.

Su pelea contra Trent Reznor de Nine Inch Nails

La canción antes mencionada, “Hot Dog”, también sirvió para intensificar la polémica entre Limp Bizkit y Trent Reznor, líder de Nine Inch Nails, pues en este tema, Fred Durst incluye la frase “You wanna fuck me like an animal”, una referencia directa a “Closer”, el icónico éxito de Nine Inch Nails, y repite burlonamente la palabra “fuck”, lo que muchos interpretaron como una provocación hacia Reznor. Por su parte, Reznor nunca escondió su desdén por Limp Bizkit, de hecho los calificó de “musicalmente vacíos” en diversas entrevistas.

La polémica en Woodstock 99

La presentación de Limp Bizkit en el festival Woodstock ‘99 quedó marcada como uno de los episodios más caóticos en la historia de la música. Esto se debe a que, mientras interpretaban su éxito “Break Stuff” durante su presentación, el vocalista Fred Durst alentó al público a dejarse llevar por su furia, lo que coincidió con disturbios que incluyeron actos de vandalismo, incendios y agresiones sexuales. Aunque la banda argumentó que no podían controlar la multitud, críticos y organizadores los señalaron como catalizadores del descontrol.

La pelea con Slipknot, ¿Una farsa?

Otro clásico de aquella época de los inicios de los 2000, fue la rivalidad entre Limp Bizkit y Slipknot, la cual se convirtió en uno de los conflictos más comentados dentro del nu-metal al estar marcada por un intercambio de declaraciones incendiarias. Uno de los momentos más recordados fue cuando Fred Durst afirmó en una entrevista que los fanáticos de Slipknot eran “niños gordos”, lo que desató la furia de los seguidores. El conflicto fue escalando con el paso del tiempo, sobre todo por el cruce de declaraciones en entrevistas y eventos, llegando a generar una división entre los fans de ambos grupos. Sin embargo, algunos especulan que esta rivalidad pudo haber sido planeada por la disquera de Limp Bizkit, Interscope Records, como una estrategia para atraer atención mediática y ventas, ya que en aquel momento recién había firmado a Slipknot.

Uno de los peores álbumes según los críticos

El cuarto álbum de Limp Bizkit, “Results May Vary” (2003), pasó a la historia como uno de los discos peor calificados en Metacritic, acumulando un puntaje extremadamente bajo que reflejó el descontento de la crítica. Tras la salida temporal del guitarrista Wes Borland, el álbum sufrió en su dirección artística, presentando un sonido genérico y carente de la energía que había definido sus trabajos anteriores. Aunque es cierto que contiene “Behind Blue Eyes”, un cover de The Who, que es considerada una de sus mejores canciones, muchos señalaron que el resto del disco parecía una colección inconsistente de estilos e ideas, más que una obra sólida.

Covers bien hechos

Además del ya mencionado “Behind Blue Eyes”,  Limp Bizkit ha demostrado su habilidad para reinventar grandes clásicos a través de sus covers, dotándolos de un toque único que combina el nu-metal con su estilo irreverente. Entre sus versiones más destacadas se encuentra “Welcome Home (Sanitarium)” de Metallica y “Killing in the Name” de Rage Against the Machine. También dejaron su estilo impregnado en clásicos como “Home Sweet Home” de Mötley Crüe y en “Bitter Sweet Symphony” de The Verve, dándole un giro fresco. Incluso abordaron “Don’t Change” de INXS, mostrando una gran versatilidad musical.

Un video generado por IA

En el año 2022, Limp Bizkit sorprendió a sus seguidores con un video generado por Inteligencia Artificial (IA) para su tema “Turn It Up, Bitch”, parte de su álbum “Still Sucks” lanzado en 2021. El video presenta una mezcla surrealista de imágenes distorsionadas, colores vibrantes y transiciones psicodélicas que reflejan cierta irreverencia mezclada con el humor característico de la banda. Aunque algunos críticos calificaron la producción como experimental y algo extraña, la mayoría de los fanáticos la recibió con entusiasmo, elogiando la capacidad de Limp Bizkit para mantenerse relevantes y aprovechar nuevas tecnologías.

Les deben más de 184 millones de euros en royalties

En los últimos años, Limp Bizkit protagonizó un enfrentamiento legal con su disquera, Universal Music Group (UMG), al reclamar alrededor de 184 millones de euros por supuestos pagos pendientes de regalías, señalando posibles prácticas contables fraudulentas por parte de la compañía. La banda acusó a UMG de incumplir sus obligaciones contractuales, mientras que la disquera respondió argumentando que ya había entregado 40 millones de euros en anticipos. Además del dinero, la demanda busca la anulación del contrato entre ambas partes, la devolución de los derechos sobre su catálogo musical y una compensación por daños y perjuicios relacionados con la infracción de copyright.