Los armadillos son animales fascinantes que se encuentran en América del Sur, Central y Norte. Con sus caparazones duros y escamosos, lenguas largas y hábitos nocturnos, estos mamíferos han capturado a personas de todo el mundo, pero hay mucho más en estos animales de lo que parece a simple vista. En este artículo, exploraremos algunas curiosidades fascinantes sobre los armadillos, desde su capacidad para cavar en la tierra hasta su temperatura corporal única.

Prepárate para adentrarte en el fascinante mundo de los armadillos y descubrir algunos de sus secretos mejor guardados. Además, podrás comprar una figura de armadillo barata para tu colección de muñecos de animales del mundo.

Son grandes excavadores

Los armadillos son conocidos por ser excelentes excavadores debido a su fuerte y afilado sistema de garras. Estas garras les permiten excavar agujeros profundos en el suelo para buscar alimento y también excavar madrigueras para dormir y refugiarse. De hecho, los armadillos pueden cavar agujeros tan grandes que pueden dañar las raíces de los árboles y otros tipos de plantas, también pueden cavar en busca de termitas y hormigas, que son una parte importante de su dieta. En resumen, la habilidad de los armadillos para excavar es una adaptación clave que les permite sobrevivir en su hábitat natural.

Los armadillos nadan realmente bien

Los armadillos son fantásticos nadadores, gracias a sus patas cortas y fuertes que les permiten moverse en el agua con facilidad, y unque prefieren vivir en tierra firme, son capaces de cruzar ríos y lagos con facilidad. De hecho, algunas especies de armadillos, como el armadillo de nueve bandas, pueden incluso caminar por el fondo de los cuerpos de agua poco profundos, utilizando su hocico para buscar comida entre el barro y la arena. También son capaces de mantenerse a flote y nadar por períodos prolongados, incluso a veces usando su cola como timón.

Tienen una gran coraza que les protege

La coraza de los armadillos es una de sus características más distintivas y únicas, esta se compone de placas óseas cubiertas por piel dura y escamosa, que se fusionan para formar una armadura rígida que cubre la mayor parte del cuerpo del animal. Esta armadura protege a los armadillos de los depredadores, como coyotes y jaguares, que no pueden penetrar la coraza con sus dientes. Cuando se sienten amenazados, los armadillos se enrollan en una bola apretada, lo que les permite proteger su cabeza, cuello y partes blandas del cuerpo con su coraza. Los armadillos también pueden correr hacia abajo y desaparecer en su madriguera para escapar de los depredadores.

Cada especie de armadillo tiene un patrón de coraza único, que a menudo se utiliza para identificar especies. La coraza también puede variar en tamaño y forma según la especie, desde la coraza estrecha y alargada del armadillo de nueve bandas hasta la coraza ancha y redondeada del armadillo gigante.

Su temperatura corporal es muy baja

La temperatura corporal de los armadillos es relativamente baja en comparación con otros mamíferos de su tamaño. La mayoría de las especies de armadillos tienen una temperatura corporal que oscila entre los 32 °C y 35 °C, mientras que la temperatura corporal promedio de los mamíferos es de alrededor de 37 °C. Esta adaptación ayuda a los armadillos a conservar energía y a sobrevivir en climas cálidos y secos, ya que les permite regular mejor su temperatura corporal y mantenerse frescos.

Además, los armadillos son capaces de regular su temperatura corporal a través de la vasodilatación y vasoconstricción de sus vasos sanguíneos. Cuando tienen frío, su cuerpo reduce el flujo de sangre a las extremidades y lo dirige hacia sus órganos internos para mantenerlos cálidos. Por otro lado, cuando tienen calor, el cuerpo aumenta el flujo sanguíneo hacia las extremidades para disipar el calor.

Los armadillos tienen una lengua muy larga

Los armadillos tienen lenguas muy largas y pegajosas que utilizan para atrapar hormigas, termitas y otros insectos de los que se alimentan, de hecho, las lenguas de algunos tipos de armadillos pueden ser más largas que sus propios cuerpos, extendiéndose hasta 40 centímetros de largo para alcanzar su comida. La lengua está recubierta de una sustancia pegajosa llamada mucosa que les permite atrapar y sujetar a sus presas mientras las devoran, además, la lengua de los armadillos también puede ayudarles a recoger pequeños frutos y bayas.