Enclavado en el corazón de Cantabria, el desfiladero de La Hermida se erige como un santuario para los entusiastas de la aventura, ofreciendo un escenario natural espectacular para diferentes actividades al aire libre, entre las que destacan las vías ferratas. En este lugar, la naturaleza y la aventura se entrelazan, creando una experiencia inolvidable para aquellos dispuestos a desafiar sus límites y sumergirse en la majestuosidad de la montaña y el agua.

La vía ferrata la Hermida, situada en el desfiladero de la Hermida, famoso por sus imponentes paredes rocosas y sus aguas serpenteantes, no es solo un paisaje para admirar, sino un campo de juego para la aventura. Las vías ferratas de esta zona, conocidas por su diversidad y espectacularidad, ofrecen una forma única de experimentar la montaña, combinando multitud de elementos distintos. Estas rutas están equipadas con cables, escaleras, paredes verticales de piedra y puentes colgantes que brindan la oportunidad de escalar y transitar por zonas que de otro modo serían inaccesibles, todo ello mientras se disfruta de vistas panorámicas impresionantes.

Por otro lado, también se debe mencionar el barranquismo en la Hermida que permite disfrutar de uno de los mejores barrancos de Cantabria, ya sea en el barranco Navedo o en el barranco Cicera. Descender por estos barrancos es una experiencia emocionante y refrescante, donde cada salto, tobogán natural, piscina o zona rapel ofrece una nueva perspectiva del poder y la belleza de la naturaleza. En este artículo, nos sumergiremos en la esencia de La Vía Ferrata de La Hermida, explorando la adrenalina y la belleza que aguardan en sus vertiginosas rutas y su característico río Deva.

La belleza del desfiladero de la Hermida

Tal y como hemos comentado, el desfiladero de La Hermida está situado en la provincia de Cantabria en el norte de España, convirtiéndose en una maravilla natural de impresionante belleza y gran significado geológico. Este desfiladero, que se extiende por más de 20 kilómetros, es el más largo de España y representa una de las rutas más espectaculares y emocionantes de la cordillera Cantábrica. Formado por el río Deva, que serpentea a través de la profunda garganta, el Desfiladero de La Hermida es conocido por sus vertiginosas paredes rocosas que en algunos puntos alcanzan alturas de más de 600 metros. Estas imponentes paredes de roca caliza son un testimonio del poder erosivo del agua a lo largo de millones de años, ofreciendo un paisaje que es tanto dramático como inspirador.

La ruta a través del desfiladero es una experiencia única, con la carretera que serpentea junto al río, atravesando un paisaje que cambia constantemente y brinda vistas espectaculares en cada curva. La zona es un paraíso para los amantes de la naturaleza y los entusiastas de actividades al aire libre, tales como el senderismo, la escalada, los barrancos Cantabria o la observación de aves. El desfiladero alberga una rica biodiversidad, incluyendo varias especies de aves rapaces y flora endémica. 

Además de su belleza natural, el Desfiladero de La Hermida está impregnado de historia y cultura. La zona ha sido habitada desde tiempos prehistóricos, como lo demuestran las pinturas rupestres encontradas en algunas de sus cuevas. Durante siglos, ha sido un importante paso natural entre Cantabria y la meseta castellana, y sus caminos han sido transitados por comerciantes, peregrinos y ejércitos.

En la actualidad, el desfiladero no solo es un destino turístico popular por su espectacular paisaje, sino también por sus aguas termales. El Balneario de La Hermida, situado en el corazón del desfiladero, ofrece a los visitantes la oportunidad de relajarse en aguas minerales curativas, que han sido aprovechadas desde la época romana.

Vías ferratas en la Hermida

A lo largo de la zona existen diferentes rutas desfiladero de la Hermida para vivir una experiencia única en la naturaleza, cada una de ellas con sus singulares y características específicas. Para la realización de cualquiera de las vías ferratas es vital contar con el equipo y el material adecuado de seguridad, formado por casco de seguridad, arnés, y, cabo de doble anclaje. A pesar de que el acceso es libre y gratuito a estas vías, se recomienda, más aún en casos de principiantes, contratar un guía especializado para realizar el recorrido. A continuación, vamos a detallar varias de las vías ferratas de la Hermida más llamativas:

  • Ruta de los puentes: La ruta de los puentes, con una duración de 3-4 horas, cuenta con un enorme puente tibetano de 35 metros de longitud, uno de los más grandes de España.
  • Pozo de Milar: La ruta del pozo de Milar, con una duración aproximada de 1-2 horas, dispone de una llamativa tirolina de 30 metros al finalizar un recorrido que ofrece vistas preciosas del río Deva.
  • Ruta escalera al cielo: La ruta de la escalera al cielo, de apenas 1 hora de duración, destaca como su propio nombre indica por una icónica escalera ascendente en la roca de 60 metros de altura, que permite disfrutar de unas vistas espectaculares de la zona.
  • Vía ferrata Peñarruscos: Esta vía ferrata, de aproximadamente 1 hora de duración, es una de las más complicadas de Cantabria, a pesar de su corto recorrido. Se trata de una pared vertical con grandes desplomes para poner a prueba la capacidad de escalada de personas que tienen bastante experiencia.
  • Vía ferrata Socastillo: La vía ferrata Socastillo, de unas 3-4 horas de duración, ofrece un recorrido sencillo, cómodo y muy atractivo. Dentro de la ruta, destaca una estrecha pasarela de madera con una longitud de 50 metros, que permite desatar la adrenalina al máximo de forma controlada.
  • Ruta cueva Ciloña: La cueva Ciloña es la primera vía ferrata de la Hermida, con una duración que puede llegar a alcanzar las 5 horas. Esta ferrata asciende por una zona empinada, y, desciende por un cómodo sendero. Se trata de una opción destinada a todos los públicos, pero, que requiere de buena condición física por su longitud.
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