La paella es uno de los platos más icónicos del territorio español, que evoca imágenes de soleadas playas mediterráneas y reuniones familiares animadas. Este plato, originario de la Comunidad Valenciana, es mucho más que simplemente una comida, considerándose una celebración de la cultura y la tradición culinaria española. Con sus vibrantes colores y robustos sabores, la paella ha conquistado el corazón de amantes de la gastronomía en todo el mundo. Por ello, restaurantes como El Celler del Vi ofrecen la posibilidad de degustar una paella en Tossa de Mar de un sabor único.

En este artículo, exploraremos los orígenes históricos de la paella, los ingredientes esenciales que definen su sabor característico y las diversas variantes que han surgido a lo largo del tiempo.

Orígenes e historia de la paella

La paella tiene sus raíces en la comunidad autónoma costera de la Comunidad Valenciana, situada en la costa este de España. En esta zona, los agricultores y campesinos solían preparar un plato simple con ingredientes locales para comer, compuesto por arroz, verduras y carne. En un principio, el plato, conocido como «arroz a la valenciana», sentó las bases para lo que eventualmente se convertiría en la paella que conocemos hoy en día. A lo largo de los siglos, la paella evolucionó para incluir una variedad de ingredientes, como mariscos, conejo, pollo o incluso caracoles, reflejando la riqueza y diversidad de la cocina española. Su popularidad se extendió más allá de la Comunidad Valenciana durante el siglo XIX, especialmente con la introducción del cultivo de arroz en otras partes de España. Lugares como Cataluña, en dónde se puede comer en tossa de mar en la provincia de Girona, o, la Región de Murcia, fueron pioneros en esta expansión.

El nombre «paella» se deriva de la sartén plana y poco profunda en la que se cocina el plato, conocida como «paellera«, aunque cabe mencionar que en la Comunidad Valenciana se llama paella tanto al plato como al recipiente. A pesar de que hay varias teorías sobre el origen exacto del término, se cree que proviene del término latino «patella«, que significa «sartén pequeña». Hoy en día, la paella es uno de los platos más reconocidos y apreciados de la gastronomía española, con variantes que reflejan la diversidad geográfica y cultural del país.

Ingredientes y preparación tradicional

Existe mucha controversia con respecto a la receta tradicional de la paella valenciana. La paella tradicional valenciana requiere ingredientes básicos que capturan la esencia de la cocina mediterránea. El arroz bomba, cultivado en la región de Valencia, es fundamental debido a su capacidad para absorber los sabores y mantener una textura firme. El aceite de oliva virgen extra proporciona un fondo aromático, mientras que el azafrán aporta un color y sabor característicos. Además, como ingredientes básicos imprescindibles para la preparación de la paella está la sal y el agua.

La paella valenciana debe llevar pollo y/o conejo, así como judía verde, conocida en la zona como bajoqueta, judía blanca, conocida como garrofón y tomate. En determinadas regiones, se puede preparar un sofrito, donde se dora lentamente cebolla, ajo y tomate fresco en el aceite de oliva. Asimismo, se pueden añadir luego las verduras de temporada, como pimientos, judías verdes y judías blanca, seguidas de la proteína principal, ya sea pollo o conejo. En los últimos años, dada la cercanía de mar, se ha popularizado en exceso el uso de marisco en lugar de pollo o conejo, siendo conocida como paella de marisco.

Una vez que los ingredientes se han mezclado y cocinado uniformemente, se agrega el arroz y se remueve para que se impregne bien con el sofrito. Después, se añade el caldo/agua, en proporción al arroz y se deja cocinar a fuego medio-alto. Durante la cocción, se distribuyen uniformemente los ingredientes y se permite que se forme una corteza dorada en la parte inferior, conocida como «socarrat«.

En muchos lugares, la paella se cocina tradicionalmente al aire libre, sobre un fuego de leña o carbón, en una paellera plana y poco profunda. Este método de cocción lenta y uniforme permite que los sabores se desarrollen gradualmente y que el arroz absorba el líquido de manera uniforme, creando una textura cremosa pero firme en cada bocado. La preparación tradicional de la paella es un proceso que requiere paciencia y atención al detalle, pero el resultado final es un plato extraordinario que celebra los sabores frescos y vibrantes de la cocina española.

Otros tipos de paella

Existen distintas variedades y adaptaciones modernas que han ampliado la versatilidad de la paella, convirtiéndola en un plato emblemático que trasciende las fronteras españolas. Cada variante ofrece una experiencia culinaria única que refleja la diversidad de ingredientes y técnicas de cocina presentes en la gastronomía contemporánea.

  • Paella de marisco: Esta variedad de paella está repleta de mariscos frescos como langostinos, mejillones, calamares y gamba, siendo originaria de las costas mediterráneas. La variedad aporta un sabor delicioso y una textura jugosa al plato.
  • Paella mixta: En este caso, se combina lo mejor de ambos mundos al incluir tanto carne como marisco. Esta versión versátil suele incluir pollo, conejo, langostinos, mejillones y calamares, ofreciendo una experiencia gastronómica completa y satisfactoria.
  • Paella de verduras: Perfecta para los amantes de las verduras, esta variante vegetariana de la paella incorpora una colorida selección de vegetales frescos de temporada, como pimientos, judías verdes, alcachofas y tomates, creando un plato ligero pero sabroso.
  • Adaptaciones modernas: En la escena culinaria contemporánea, las adaptaciones de la paella son infinitas. Desde versiones veganas que sustituyen la carne y el marisco por ingredientes como el tofu, hasta fusiones internacionales que incorporan ingredientes exóticos como curry, chorizo o queso. La paella se reinventa constantemente para satisfacer los paladares más exigentes y creativos, proporcionando oportunidades únicas para sorprender.