La ginecomastia es un trastorno/problema que afecta a los varones y que consiste en el crecimiento de las glándulas mamarias, no tratándose de un tumor, y, siendo afectado principalmente por la glándula mamaria. Se trata de un problema muy común en los varones, con un alto porcentaje de la población masculina que lo sufre, siendo más frecuente a partir de los 50 años, en la pubertad, y, en momentos derivados de desequilibrios hormonales por tratamientos con estrógenos.

La causa más común de la ginecomastia es un desequilibrio hormonal acompañado de niveles altos de estrógeno y prolactina, es decir, se trata de una afección que deriva principalmente de un problema de carácter puramente hormonal. No debemos confundir la ginecomastia con la pseudoginecomastia, provocada por una acumulación de tejido adiposo en la zona del tórax. En el caso de la ginecomastia, la afección se caracteriza por el desarrollo de tejido glandular no graso, aunque, como veremos más adelante, también puede guardar relación con el sobrepeso en determinados casos.

A menudo los hombres con ginecomastia tienen baja autoestima y falta de confianza en sí mismos, siendo un problema estético que les lleva a tener un pecho blando, caído y abultado, dando como resultado una visión poco estética. A los hombres que sufren de ginecomastia les cuesta más intimar o mostrarse sin camiseta en un vestuario o en lugares públicos como la playa y la piscina, causando complejos, vergüenza y tensión social. En estos casos, ante un crecimiento anormal del tejido mamario, es importante acudir a la consulta de un profesional de la salud para descartar cualquier otra condición médica. Si el diagnóstico es ginecomastia, este artículo podría ser de tu interés pues en él abordaremos las diferentes opciones de tratamiento que tienes a tu disposición.

¿Cuáles son las causas de la ginecomastia?

Como acabamos de mencionar, la ginecomastia se debe normalmente a un desequilibrio hormonal en los hombres. Por consiguiente, tiene mayor prevalencia entre los hombres mayores de 50 años, como consecuencia de un desajuste en los niveles de testosterona y estrógenos. Asimismo, otra etapa en la que suele aparecer la ginecomastia es la pubertad, afectando a jóvenes entre los 12 y los 20 años, acrecentándose más si sufren de sobrepeso.

No obstante, esta afección no depende solamente de la edad, ya que, cualquier hombre puede sufrir de ginecomastia en diferentes etapas de su vida. Como hemos comentado, existe una relación entre niveles altos de aromatasa y un crecimiento de la glándula mamaria. Dicho de otro modo, la enzima de la aromatasa se encuentra principalmente pon el tejido graso y convierte la testosterona libre en estrógenos. Ciertos factores predisponen al aumento de la aromatasa en el cuerpo, como la resistencia a la insulina, la obesidad o el consumo de alcohol, Adoptar un estilo de vida saludable y mantener un peso adecuado son medidas efectivas para controlar la actividad de esta enzima.

Por otra parte, el desequilibrio hormonal también puede estar provocado por otros factores como el uso de anabolizantes y de algunos fármacos, o la presencia de enfermedades hepáticas y renales. En estos casos, el mejor tratamiento pasa por tomar una cita con un profesional que pueda entender nuestro caso de manera personalizada. Asimismo, el aumento de prolactina en la sangre estimula el crecimiento de las glándulas mamarias. De forma general, este aumento de prolactina se da en las mujeres embarazadas o que acaban de tener un bebé, pero los desequilibrios antes mencionados en hombres pueden derivar en este trastorno.

¿Qué tratamientos existen para la ginecomastia?

El tratamiento para la ginecomastia pasa por abordar la causa subyacente si es posible. Por ello, el comienzo de cualquier tratamiento debe empezar por una visita con un profesional, no siendo recomendable comenzar de cero con un tratamiento sin reconocimiento médico. En este sentido, sí que se debe valorar el grado de ginecomastia, ya que, en casos muy fuertes, prácticamente la única solución será la intervención quirúrgica.

Comenzando con esta solución, se trata de la opción más rápida. La cirugía para la ginecomastia se centra principalmente en una intervención para extraer la glándula mamaria, que es la que lleva a cabo el proceso de aumento del pecho masculino a nivel hormonal. Asimismo, en los casos de grado mayor, es posible que se requiera una liposucción para eliminar la grasa sobrante.

Cuando se trata de grados inferiores, las soluciones pueden ser menos invasivas, no requiriendo de intervención quirúrgica. En estos casos, el tratamiento hormonal y los medicamentos con receta médica pueden ser suficiente para paliar el problema. Además, en los casos de los adolescentes el problema suele revertirse por sí solo, una vez que se estabilizan los niveles de hormonas.

¿Funcionan los suplementos naturales para la ginecomastia?

Una de las soluciones más novedosas, que afecta principalmente a los problemas leves de ginecomastia pasan por los remedios naturales, la suplementación y las pastillas. En los casos que se derivan de un trastorno puntual, el tratamiento con suplementación natural es la solución idónea para evitar que el problema crezca. En estos casos, los resultados serán visibles a largo plazo, pero, no requerirán de un tratamiento invasivo como es una intervención.

Los suplementos son 100% seguros, ya que se obtienen a partir de extractos vegetales y no necesitan receta médica, consiguiendo de esta manera un resultado óptimo, eficaz y que ayudará a la estabilización hormonal del varón.

Algunos de los más conocidos son:

  • Indol 3-Carbinol: Indol 3-Carbinol es un subproducto de la glucobrasicina glucosinolato que se encuentra en la mayoría de las verduras crucíferas como las coles de Bruselas, la coliflor o el brócoli. Actúa como un inhibidor natural de la aromatasa.
  • Pasiflora: La Pasiflora contiene un compuesto llamado crisina que evita el debilitamiento de la testosterona, consiguiendo de esta manera un nivel estable de la misma. Según un estudio publicado en Open Access Text, el consumo regular de extracto de pasiflora es eficaz para estabilizar los niveles de testosterona y corregir la ginecomastia en hombres mayores.
  • Colina: La Colina es un metilador que tiene la capacidad de debilitar las moléculas de estrógeno, logrando de esta manera un resultado eficiente en el organismo masculino.
  • Mucuna Pruriens: La Mucuna Pruriens es una hierba muy utilizada en la medicina ayurvédica, con la capacidad de elevar los niveles de dopamina y testosterona, a la par que reducir los niveles de prolactina, revirtiendo los efectos del estrógeno.
  • Extracto de champiñón blanco: El extracto de champiñón blanco, según una investigación realizada por el Instituto de Investigación Beckam en California, es eficaz para controlar los niveles de estrógenos y reducir la actividad de la aromatasa.
  • Suplementos con zinc: El zinc tiene propiedades antinflamatorias, siendo útil para aliviar la hinchazón y las molestias que provoca la ginecomastia.
  • Vitamina E: La vitamina E funciona como antagonista de los receptores de estrógenos.

Las marcas comerciales suelen lanzar al mercado productos que incorporan estos suplementos naturales en su composición, logrando de esta manera un compuesto unificado que mejora de manera sostenible este problema. Dos de los más conocidos y confiables son Gynectrol y Gynetrex, según la recomendación del periódico ABC, gracias a que consiguen una fórmula probada, certificada y de calidad palpable. Como es lógico, antes de tomar cualquier tipo de suplemento, asegúrate de que ha sido aprobado por la FDA o la Agencia Europea del Medicamento.

Recuerda además que estos tratamientos sólo son eficaces en el marco de un estilo de vida saludable, en el que la dieta y el ejercicio físico son los pilares de una buena condición física. Se recomienda llevar una alimentación equilibrada y rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros, limitando la ingesta de alimentos procesados. En cuanto al deporte, combina el ejercicio cardiovascular con el entrenamiento de fuerza para fortalecer los músculos pectorales. La natación, las flexiones o el press de banca en el gimnasio son algunas actividades que puedes realizar para tonificar la musculatura de esta parte del cuerpo.