Los orígenes de la franquicia de Dragon Ball seguía las aventuras de un joven Goku y la brillante Bulma en busca de unas misteriosas esferas mágicas capaces de invocar a un dragón que concede deseos. Inspirada en la novela clásica china Journey to the West, la serie tenía un tono más ligero y aventurero, donde las Esferas del Dragón eran el verdadero motor de la historia.

Con el tiempo, las batallas tomaron el protagonismo y los dragones pasaron a segundo plano, apareciendo principalmente para resucitar a quienes habían caído en combate. Aun así, estas poderosas reliquias han seguido presentes en todas las etapas de la franquicia. Por eso, hoy queremos detenernos un momento para redescubrirlas con estas 7 curiosidades de las Esferas del Dragón.

Zalama fue el creador de las Esferas del Dragón

Zalama, el Dios Dragón es el creador de las Super Esferas del Dragón, un conjunto de orbes gigantes que solo pueden invocar a Super Shenron, el dragón todopoderoso capaz de conceder cualquier deseo. Con estas esferas, Zalama otorgó a su creación un poder inmenso, posiblemente ilimitado, lo que coloca a las Super Esferas en una categoría única dentro del universo de Dragon Ball. Zalama diseñó las Super Dragon Balls para que se distribuyeran entre dos universos, el Universo 6 y el Universo 7, aunque los motivos detrás de esta división siguen siendo un misterio.

Existen diferentes rituales de invocación

Las Esferas del Dragón no solo son objetos mágicos, sino que también poseen rituales únicos de invocación dependiendo del Dragón que habita en ellas. Una de las curiosidades de las Esferas del Dragón es que, mientras que para invocar a Shenron, el Dragón de la Tierra, basta con reunir las esferas y pronunciar la famosa frase «¡Levántate, Shenron!», el proceso para invocar a otros dragones es más complejo. Cada dragón requiere un lenguaje y un ritual propio.

Por ejemplo, para invocar a Porunga, el Dragón de Namek, es necesario hablar en namekiano, y sus deseos también deben ser solicitados en este idioma. Por otro lado, para invocar a Super Shenron, el Dragón de los Dioses, es imprescindible usar el idioma de los dioses, pronunciando la frase: «¡Avanza, Dragón de los Dioses, y concédeme mi deseo, preciosa!».

Existen reglas y límites para los deseos de las Esferas del Dragón

Todo el poder de un Dragón está ligado al de su creador. Esto significa que Shenron, creado por Kami, no podía conceder deseos que implicaran matar a un enemigo más fuerte que él, mientras que Porunga, creado por el Gran Gurú Anciano, compartía limitaciones similares. No obstante, Super Shenron, creado por un dios con poder casi ilimitado, no tiene restricciones, excepto que solo puede conceder un deseo por invocación. Además, existen reglas comunes para todas las esferas: es necesario reunir todas para hacer un deseo y cada dragón solo puede ser invocado una vez al año, dependiendo del planeta. Con el tiempo, las limitaciones de Shenron y Porunga se modificaron, permitiéndoles conceder más deseos y revivir a más personas.

La inspiración de Shen-Long

El nombre «Shenron» proviene directamente de «Shen-Long», un dragón mítico de la cultura china, reconocido como el dios o espíritu de las tormentas y la lluvia. Shen-Long, también conocido como el dragón azul, era un ser tan poderoso que su mal manejo podría provocar tormentas devastadoras o sequías. Este concepto de un dragón capaz de controlar el clima sirvió como la base para la creación de Shenron en Dragon Ball, tanto en el nombre como en el diseño. Al igual que Shen-Long, Shenron comparte características visuales, como su cuerpo largo, su cara peluda, bigotes y cuernos. Además, en ciertas aperturas de Dragon Ball Z, se muestra un dragón azul con una apariencia que recuerda mucho a Shen-Long.

No mucha gente sabe de las Esferas del Dragón en Dragon Ball

A excepción de los guerreros Z, sus familias y algunos villanos, la mayoría de las personas en el universo de Dragon Ball no tiene idea de la existencia de estas poderosas esferas. Esto resulta sorprendente si se piensa en lo que implica invocar a Shenron o Porunga, ya que ambos oscurecen el cielo cada vez que son llamados, un fenómeno visible a kilómetros de distancia.

Imagina lo aterrador que debe ser para alguien ajeno a la situación ver el cielo volverse oscuro y escuchar el rugido de un dragón sin comprender por qué está sucediendo. Estas son solo algunas de las curiosidades de las Esferas del Dragón que se pasan por alto, mostrando lo extraña y aterradora que puede ser la vida en el mundo de Dragon Ball para los que no están al tanto de los secretos más grandes de este universo.

¿Por qué 7 Esferas del Dragón y no 6 u 8?

El número de 7 Bolas del Dragón no es un capricho al azar, puesto que la inspiración de Akira Toriyama provino de la novela japonesa Nanso Satomi Hakkenden, escrita en el siglo XIX, en la que se presentan 8 bolas mágicas que poseen un gran poder. Toriyama adaptó esta idea a su propio estilo, pero para evitar que la conexión fuera demasiado directa, decidió reducir el número de bolas a 7, manteniendo el concepto mágico y su función central en la trama.

De hecho, en el capítulo inicial de Dragon Ball Super, se cometió un error en la portada, donde una de las esferas apareció con 9 estrellas. Por eso, saber cuántas bolas de dragón hay es vital Este detalle fue corregido en las ediciones posteriores, pero es un ejemplo curioso de cómo incluso el más pequeño error puede pasar desapercibido y alterar la historia, aunque sea solo por un momento.

Fueron el núcleo de la historia de Dragon Ball por mucho tiempo

Durante mucho tiempo, el motor que impulsó la historia de Dragon Ball fueron las Esferas del Dragón. Al principio de la saga, fueron el punto de encuentro para los personajes principales, quienes se unieron en la búsqueda de estos artefactos mágicos. La primera y tercera saga se centran específicamente en esta misión, creando un vínculo entre los héroes que perduraría a lo largo de toda la serie.

Con el paso del tiempo, estas se convierten en el objeto de deseo de los villanos, como Piccolo, Vegeta y Freeza. Los héroes deben defenderlas para proteger el mundo, y se usan repetidamente para enfrentar amenazas como Majin Boo, Baby y Super Número 17. Sin embargo, el uso excesivo de las esferas culmina en Dragon Ball GT, donde los artefactos provocan la llegada del último gran villano… O eso creíamos, porque luego vino Dragon Ball Super, Heroes, Daima, y bueno, muchas más temporadas que seguro vienen en camino.