Los frailecillos son aves marinas fascinantes que habitan en las regiones costeras del norte del Océano Atlántico. Con su aspecto peculiar y su comportamiento interesante, han capturado la atención de muchos amantes de la naturaleza en todo el mundo. Pero, ¿Cuánto sabes realmente sobre estas aves?

En este artículo, exploraremos algunas curiosidades sobre los frailecillos que seguramente te sorprenderán. Desde sus habilidades de pesca hasta sus hábitos de apareamiento, sigue leyendo para descubrir estos y otros fascinantes hechos sobre los frailecillos, ¡Prepara tu mente para ser sorprendida por estos pequeños y fascinantes animales! Además, podrás comprar un recuerdo en forma de peluche de frailecillo.

Solo existen 3 variantes de esta especie

Una de las curiosidades más interesantes acerca de ellos es que solo existen tres variantes de la especie, lo que significa que su diversidad genética es muy limitada en comparación con otras especies animales. Cada una de estas tres variantes de frailecillos tiene características y comportamientos específicos que los distinguen, y pesar de su baja diversidad genética, estas aves han logrado adaptarse y sobrevivir en diferentes entornos a lo largo del mundo.

Dichas variantes son: el Frailecillo Atlántico, el Frailecillo del Pacífico y el Frailecillo de Horned, también conocido como Frailecillo Cornudo. El Frailecillo Atlántico es el más común de los tres y se encuentra en la costa atlántica de Europa, mientras que el Frailecillo del Pacífico se encuentra en la costa del Pacífico de América del Norte. Por otra parte, el Frailecillo de Horned, vive en el Océano Pacífico en una pequeña isla llamada Isla de las Aves, frente a la costa de Colombia.

Su nombre tiene un origen religioso

El nombre “frailecillo” puede parecer curioso para una especie de ave marina, pero en realidad tiene un origen religioso. Se cree que este nombre se debe a la apariencia de la cabeza del frailecillo, que con su plumaje negro y blanco, recuerda a la capucha que usaban los frailes de la Edad Media. Además, el nombre científico del frailecillo también hace referencia a su aspecto. Se llama Fratercula arctica, donde “fratercula” significa “pequeño fraile” en latín, y “arctica” se refiere a su hábitat en el Ártico. Sin embargo, en algunas partes del mundo, los frailecillos también se conocen como “payasos del mar” por su apariencia cómica y su comportamiento juguetón.

El pico de los frailecillos se adapta según la temporada

Otra característica curiosa de los frailecillos es su pico, el cual cambia de forma y tamaño dependiendo de la época del año. En la temporada de reproducción, su pico es largo, de color brillante y está adornado con pequeñas estrías. Después de la temporada de reproducción, el pico de los frailecillos se reduce de tamaño y pierde su colorido patrón. Esto se debe a que ya no necesitan una herramienta de alimentación tan grande y llamativa, sino que prefieren un pico más pequeño y discreto para que no les resulte incómodo mientras migran hacia sus lugares de invernada.

Pueden alcanzar velocidades impresionantes

Estos animales son aves excelentes en el agua, pero también pueden moverse muy rápidamente en el aire. De hecho, se ha descubierto que estas aves son capaces de alcanzar velocidades impresionantes en vuelo, con una velocidad máxima estimada de 80 km/h. Esto los convierte en una de las aves marinas más rápidas del mundo. Los frailecillos utilizan sus alas para propulsarse en el aire, y su cuerpo aerodinámico les permite volar con rapidez y agilidad. Además, su pequeño tamaño y su estructura ósea liviana les permiten maniobrar con facilidad, lo que los hace aún más rápidos y ágiles en el aire.

Ponen sus huevos en madrigueras

Los frailecillos son aves que anidan en madrigueras y son muy específicos en cuanto a la ubicación de sus nidos, ya que prefieren áreas con suelo arenoso y empinado que estén cerca del agua, lo que les proporciona una buena fuente de alimento para sus crías. A menudo vuelven a las mismas madrigueras año tras año y, a veces, incluso usan las mismas madrigueras que sus padres y abuelos usaron anteriormente. Las madrigueras de los frailecillos son largas y estrechas, y pueden tener una profundidad de hasta 1,5 metros. Una vez que los huevos son puestos, la pareja se turna para incubarlos y, una vez que eclosionan, ambos padres cuidan de los polluelos y los alimentan con pescado fresco y otros mariscos. Después de unas semanas, los polluelos se aventuran fuera de la madriguera y comienzan a aprender a volar y a pescar por sí mismos.

Forman parte de un plato típico de Islandia

Estas aves también son una parte importante de la cultura gastronómica de Islandia. En este país, se les conoce como “lundi” y se utiliza en diferentes platillos, como sopa de lundi, brochetas de lundi y hasta hamburguesas de lundi. En algunos lugares, como en las Islas Feroe, también se consume esta especie. Sin embargo, el consumo de frailecillos ha generado controversia en los últimos años, ya que algunas poblaciones de estas aves han disminuido debido a la sobrepesca, la caza y la degradación del hábitat. Por esta razón, el gobierno islandés ha implementado medidas para regular la caza de frailecillos y proteger a la especie.

Para aparearse utilizan un ritual llamado Bulling

Durante la época de apareamiento, que suele ser en primavera, los frailecillos se reúnen en grandes colonias en las que realizan este ritual para encontrar pareja. El “Bulling” empieza por el macho ofreciéndole a la hembra un pequeño pez como regalo, luego ambos se muerden y golpean los picos. Este comportamiento puede durar varios minutos, y es una forma de mostrar su interés y compatibilidad como pareja.

Una vez que han elegido a su pareja, los frailecillos comienzan a construir su madriguera y a prepararse para poner sus huevos. Es durante este período que los frailecillos se vuelven muy territoriales y defienden su madriguera con gran determinación, lo que los convierte en una especie fascinante de observar en su hábitat natural. Además, son monógamos, lo que quiere decir que a aquella ave que elijan como su pareja será con la que estarán por el resto de su vida.

Almacenan grandes cantidades de alimento en sus picos

Para asegurarse de tener suficiente alimento durante los días de lluvia o cuando las condiciones del mar son malas para la pesca, los frailecillos tienen una estrategia ingeniosa: almacenar grandes cantidades de alimento en sus picos. Ellos tienen una estructura en forma de plato en la punta de sus picos, que les permite capturar y transportar varios peces a la vez.

Después de capturar la presa, el frailecillo lleva los peces de regreso a su nido, donde los guarda en su pico para poder alimentar a sus polluelos. A diferencia de otras aves, los frailecillos almacenan el alimento en sus picos para protegerlo de otros depredadores que podrían robarlo. De esta manera, pueden garantizar que sus polluelos tengan suficiente alimento para sobrevivir incluso durante los días de mal tiempo.

No suelen visitar tierra firme

La mayoría de los frailecillos pasan gran parte de su vida en el mar y solo visitan la tierra durante la época de apareamiento y cría. De hecho, se sabe que estas aves son bastante torpes en tierra firme debido a su estructura corporal adaptada a la vida acuática. A pesar de que estos pájaros no suelen visitar la tierra firme, algunas colonias de frailecillos son visitadas por turistas que pueden observarlos desde barcos y avistarlos en sus nidos. También es posible ver a los frailecillos en los acantilados y en las costas rocosas en algunos lugares de Europa y América del Norte.

Son aves muy silenciosas

Esta especie del Norte del Oceano Atlantico es muy silenciosa en comparación con otras aves marinas, lo que puede deberse a su técnica de caza. En lugar de sumergirse en el agua desde el aire, como lo hacen los alcatraces y los cormoranes, los frailecillos bucean desde la superficie del agua, utilizando sus alas para nadar y sus patas para propulsarse bajo el agua.

Además, durante la temporada de anidación, los frailecillos son muy discretos y silenciosos al regresar a sus hogares, realizando un vuelo corto y rápido donde aterrizan de forma silenciosa para evitar atraer la atención de los depredadores. A pesar de su falta de vocalizaciones, los frailecillos también son muy sociables y suelen interactuar con otros individuos de su especie y establecer lazos sociales, no solo para su apareamiento.