Los electrodomésticos son dispositivos indispensables para el día a día, siendo aparatos eléctricos, mecánicos y electrónicos que permiten a los usuarios realizar multitud de tareas domésticas, y, vivir de un modo más cómodo en el hogar. Dentro de la amplia gama de electrodomésticos disponibles en el mercado, una de las categorías más amplias, dinámicas y variadas son los electrodomésticos de cocina, tales como neveras, hornos, microondas, campanas extractoras, lavaplatos y un sinfín de aparatos más que se vinculan con la cocina y la limpieza.

Cuando compramos una casa nueva, o, en los momentos que vamos a realizar una obra en la cocina para renovar el mobiliario, son muchas las opciones disponibles para mejorar el aspecto y funcionalidad de la cocina, con un sinfín de referencias de las primeras marcas. No obstante, uno de los factores que pocos compradores valoran es la disponibilidad de piezas y repuestos electrodomésticos, componentes vitales en estos aparatos, ya que, en muchas ocasiones, el hecho de que no exista un repuesto puede hacer que haya que cambiar modelos enteros por un pequeño fallo, suponiendo un coste alto de sustitución.

Por ello, en este caso vamos a hablar de los problemas más comunes que pueden existir en uno de los electrodomésticos indispensables de cualquier cocina, el frigorífico, comúnmente llamado nevera o refrigerador.

¿Qué es un frigorífico?

Antes de pasar a anotar los principales problemas que podemos experimentar con un frigorífico, debemos tener claro que es un frigo. Un frigorífico o nevera es un armario que se encuentra aislado térmicamente, capaz de mantener una temperatura constante en el interior entre los 2 y los 6 grados centígrados, siendo habitual que cuente con un compartimento adicional, ya sea en la parte superior o inferior, a modo de congelador, que sitúa su temperatura en unos -18 grados centígrados.

Con el paso de los años estos electrodomésticos han mejorado sus prestaciones, consiguiendo ahorrar mucha energía gracias a la mejora del uso de los materiales de aislación térmica con los que están fabricados. Asimismo, los modelos más modernos suelen contar con pantallas LED para regular la temperatura a voluntad, consiguiendo mantener mejor conservados los alimentos.

¿Cuáles son las marcas principales de frigoríficos?

El principal problema que podemos tener ligado a los electrodomésticos resulta de comprar marcas de baja calidad, no homologadas, o, que no tengan repuestos frigorífico, haciendo que sean imposibles de reparar correctamente. En este caso, la mejor opción es siempre gastar algo más de dinero al principio, comprando una nevera de calidad certificada de una marca reconocida, y, lograr de este modo un electrodoméstico con garantía, certificado de eficiente energética, y, seguridad.

Algunas de las principales marcas de electrodomésticos, y, más concretamente frigoríficos son Bosch, Fagor, Balay, LG, Samsung, Beko o Electrolux. En definitiva, comprar un frigorífico de estas marcas te permitirá disponer de recambios fácilmente, y, además, los profesionales dedicados a realizar estas reparaciones tendrán un conocimiento específico de como funciona el modelo, al contrario que sucede con marcas más desconocidas y de peor calidad.

Los burletes de las puertas

El burlete puerta, o, goma de frigorífico es una junta de goma que se coloca alrededor de la puerta de la nevera, así como del congelador, usada para sellar de manera estanca el aparato, y, conseguir de este modo que se mantenga la temperatura fría en el interior del mismo. Esta pieza es una de las que más sufre con el paso de los años en los frigoríficos, debido al uso constante de la puerta al abrirse y cerrarse. A pesar de que no siempre repercute en un problema inmediato, el deterioro del burlete, ya sea por desgaste, pérdida de forma o doblado hace que el frigorífico deje de ser completamente estanco y pierda frío.

Este pequeño detalle conlleva en un incorrecto estado de los alimentos en el interior y/o en el aumento del coste energético, haciendo que la nevera gaste más energía para paliar el problema de la temperatura. Este pequeño deterioro conllevará un aumento de la factura de la luz en casa. No obstante, el arreglo, que requiere únicamente de una junta nueva, será más económico a largo plazo que aguantar con el frigorífico en dicho estado.

Rotura del motor, ventilador o el compresor

La rotura del compresor, el ventilador o el motor completo representa uno de los problemas más comunes que podemos encontrar en un frigorífico. Este tipo de aparatos funciona de manera continua, ya que, sirven para mantener la temperatura constante, por lo que si se produce un fallo grave se perderá todo el alimento que esté almacenado en el interior. Las roturas y averías más importantes son las que tienen lugar en el motor o compresor del aparato, siendo lo mejor cambiar completamente el mismo por uno nuevo, y, si se trata de un aparato antiguo, comprar directamente un modelo nuevo.

Estos problemas suelen estar influenciados por una mala utilización del aparato, ya sea por subidas/bajadas de la corriente eléctrica, por dejar la puerta abierta, o, en determinadas ocasiones por motivos externos, como puede ser una temperatura muy alta en el exterior. Por esto, es bastante más habitual sufrir un problema en el frigorífico en verano que en invierno, ya que, el calor externo provoca que la energía necesaria para mantener correctamente el frigorífico sea mayor.