El yoga es una práctica ancestral que ha ganado una popularidad sin precedentes en todo el mundo. Esta práctica es originaria de la India, practicada desde hace miles de años, y se considera mucho más que simplemente una serie de posturas físicas, convirtiéndose en un sistema holístico que une la mente, el cuerpo y el espíritu en armonía y equilibrio. En su esencia, el yoga busca la unión y la integración de todos los aspectos de nuestro ser. La palabra «yoga» proviene del sánscrito y significa «unión» o «yugo», haciendo referencia a la conexión entre la mente, el cuerpo y el alma. A lo largo de los siglos, el yoga ha evolucionado y se ha ramificado en diversas formas y estilos, cada uno con su enfoque único y sus beneficios específicos.

La práctica del yoga implica una serie de posturas físicas (asanas), técnicas de respiración (pranayama), meditación y atención plena, todo diseñado para promover la salud y el bienestar en todos los niveles. Además de sus beneficios físicos, como mejorar la flexibilidad, la fuerza y la salud cardiovascular, el yoga también ofrece una serie de beneficios mentales y emocionales, ayudando a reducir el estrés, mejorar la concentración, aumentar la conciencia corporal y fomentar una sensación de paz interior.

En la actualidad, el yoga se ha convertido en una práctica muy popular en todo el mundo, con millones de personas que lo practican regularmente para mantenerse saludables, equilibrados y en sintonía consigo mismos. Por ello, expertos como Yoga Shala, un centro de yoga en lloret de mar en la provincia de Girona, promueven el desarrollo de espacios para iniciarse en esta práctica. En este artículo, veremos una guía básica sobre el yoga, conociendo sus principios, sus beneficios y diferentes consejos para iniciarse.

Principios y filosofía del yoga

El yoga se fundamenta en una serie de principios fundamentales que guían su práctica y filosofía. Uno de estos principios es la conexión que se desarrolla entre mente-cuerpo, que reconoce la estrecha relación que hay entre nuestro mente, nuestro cuerpo y nuestro estado de bienestar general. A través del yoga, se busca fortalecer esta conexión y desarrollar una mayor conciencia de cómo nuestras acciones, pensamientos y emociones afectan nuestra salud y felicidad.

La conciencia plena, o mindfulness, es otro principio central del yoga. Se trata de estar plenamente presente en el momento presente, con una atención enfocada en las sensaciones físicas, la respiración y el flujo de pensamientos. La práctica de la conciencia plena en el yoga nos ayuda a cultivar una mayor atención y claridad mental, así como a reducir el estrés y la ansiedad. Además, el yoga busca el equilibrio en todas las áreas de nuestra vida. Esto incluye equilibrar la fuerza y la flexibilidad en el cuerpo a través de las posturas físicas o asanas, así como equilibrar la mente y las emociones a través de la meditación y la atención plena. El yoga nos enseña a encontrar un equilibrio entre el esfuerzo y la relajación, la acción y la rendición o el dar y el recibir.

Existen diversas ramas o estilos de yoga, cada una con su propio enfoque y énfasis. Por ejemplo, el Hatha yoga se centra en las posturas físicas y la respiración, mientras que el Vinyasa yoga se caracteriza por movimientos fluidos y sincronizados con la respiración. El Ashtanga yoga sigue una serie de posturas predefinidas en secuencia, mientras que el Kundalini yoga se centra en la liberación de la energía interna a través de la respiración, el canto y la meditación. En los últimos tiempos, opciones como el Khatva yoga o yoga de hamaca/columpio, o, el propio yoga aéreo, practicado con una tela, se está extendiendo. Cada estilo de yoga ofrece una forma única de explorar y experimentar los principios fundamentales de esta antigua práctica.

Beneficios del yoga

Los beneficios del yoga abarcan un amplio abanico de factores, influenciando tanto al bienestar físico, como al mental y emocional. A nivel físico, la práctica regular de yoga puede mejorar significativamente la flexibilidad, aumentar la fuerza muscular, mejorar el equilibrio y corregir la postura. A través de su variedad de posturas que implican estiramientos y fortalecimiento muscular, el yoga promueve la salud y la movilidad en todo el cuerpo.

Además de sus beneficios físicos, el yoga es conocido por su capacidad para reducir el estrés y la ansiedad. Las técnicas de respiración o pranayama, junto con la atención plena ayudan a calmar la mente y a aliviar la tensión acumulada en el cuerpo. Al practicar yoga, se fomenta una mayor conciencia del momento presente y se aprenden herramientas para gestionar el estrés de manera efectiva, lo que puede tener un impacto positivo en la salud mental en general. El yoga también puede ser beneficioso para aquellos que buscan mejorar su salud emocional y su bienestar psicológico. Al conectar la mente y el cuerpo a través de la práctica, el yoga puede ayudar a cultivar una mayor autoconciencia y autoaceptación, promoviendo sentimientos de calma, claridad y equilibrio emocional.

Además, se ha demostrado que el yoga tiene beneficios adicionales, como mejorar la calidad del sueño, fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes.

Consejos para iniciarse en el yoga

Para comenzar a practicar yoga, es importante encontrar la clase adecuada que se adapte a las necesidades y nivel de experiencia. Se pueden buscar clases locales en estudios de yoga, gimnasios o centros comunitarios, o incluso explorar clases en línea si se prefiere practicar desde casa. Al elegir una clase, como las de Yoga Shala, hay que asegurarse de que el instructor tenga experiencia y esté certificado para enseñar yoga. En cuanto al equipo necesario, lo básico es una esterilla de yoga que proporciona un agarre seguro y una superficie cómoda para practicar. También es posible optar por usar bloques de yoga, correas o mantas para adaptar las posturas según sea necesario.

Antes de comenzar la clase, hay que tomarse unos minutos para prepararse mental y físicamente, encontrando un espacio tranquilo y sin distracciones. Siempre que sea posible, se deben hacer algunos estiramientos suaves para calentar el cuerpo y prepararlo para la práctica. Una vez que se está listo, se comienza con algunas posturas básicas como la postura del perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana), la postura del niño (Balasana) y la postura del guerrero I (Virabhadrasana I). Estas posturas son excelentes para estirar y fortalecer el cuerpo, y te ayudarán a familiarizarte con los fundamentos del yoga. Además, hay que incorporar técnicas de respiración en el proceso, como la respiración completa o la respiración abdominal para ayudar a calmar la mente y mejorar la conexión entre la respiración y el movimiento.

Para finalizar, hay que recordar que el yoga es una práctica personal y que cada persona es única. No se trata de compararse con los demás, si no que hay que escuchar siempre al propio cuerpo. Lo más importante es disfrutar del proceso y explorar lo que el yoga puede ofrecer a nivel físico, mental y espiritual.